Visala Badari es el nombre de la mística y oculta sede espiritual que está ubicada en las regiones septentrionales de los Montes Himalayas y que sirve de lugar de encuentro entre Sri Bhagavan Narayana y los Supremos Jerarcas que le secundan en el excelso trabajo para el bienestar de la humanidad. ELLOS vigilan permanentemente el proceso evolutivo mundial de este planeta y están en eterno contacto con otros Jerarcas de mayor elevación, cuyo nexo directo permite a la Suprema Divinidad Gobernante del Universo dirigir SU trabajo.
Suddha Dharma Mandalan es el nombre de toda esta Gran Jerarquía Blanca y dicho término va más allá de toda organización humana. Hay entre estas Divinidades promulgadores de Leyes Divinas, cuya inspiración repercute en las leyes que rigen la vida de todos los seres, incluidos nosotros. Así hay por ejemplo seres que están a cargo de la tarea de Creación, Conservación y Reintegración del Cosmos, Seres que controlan las energías (shaktis) del Universo, que controlan el equilibrio celeste, que están a cargo de proveer la materia para los vehículos corporales de los seres en evolución, los sonidos para las sílabas místicas, o quienes se preocupan de entregar ciencias y artes universales para el progreso de los seres habitantes de los infinitos mundos.
En verdad Suddha Dharma Mandalan conforma toda una inteligente e ilimitada estructura cósmica muy detallada y que llenaría un gran volumen de conocimientos difícil de describir en este pequeño artículo.
Sus representantes en este mundo, la Divina Jerarquía, integrada por Sri Bhagavan Narayana, Sri Yoga Devi (la energía de Narayana) Nara, el representante de la humanidad, Narottama representante de la humanidad divinizada, Dakshinamurti, Señor de la Sabiduría, los cuatro Kumaras, los cuatro Manús, quienes promulgan los Dharmas o Leyes para el hombre, los 32 Siddhas que se preocupan de mantener pura e inmaculada la YOGA BRAHMA VIDYA o Ciencia de Síntesis de lo Absoluto, promulgando la enseñanza por la tierra y sus planos y protegiéndola de sus detractores. Además de una gran pléyade de elevados seres, tales como Rishis o Sabios, Mahatmas o Grandes Almas, Suddha Yoguis, que promulgan y sostienen este especial sistema filosófico, y cuando digo sostienen, es que es absolutamente necesario mencionar la presencia del mismo Sri Bhagavan Narayana encarnándose a sí mismo de tiempo en tiempo en la persona de un Avatara, que recuerda a la humanidad su verdadero papel en la rueda evolutiva mundial, el cual es acercarse consciente y progresivamente al Dios Trascendente y Universal.
Este especial sistema filosófico sostiene principios vitales sobre la vida y conducta de los seres humanos, siendo los más básicos la veracidad, el no dañar al semejante en pensamiento, palabra o acción, el servicio desinteresado a todos los seres, y el meditar constantemente en el Señor en el éter del corazón.
Mediante la inspiración de estos Maestros de Sabiduría, sus representantes físicos, denominados Autoridades Externas del Suddha Dharma Mandalan, se establece una guía para entrar en un sendero de constante y progresivo conocimiento que conduce entre otras cosas a la más profunda devoción a Dios.
Esta guía se da por medio de literatura y lecciones del más alto Yoga habilitando al aspirante a vencer la perniciosa raíz de su propio egoísmo, de maneral gradual. Cada enseñanza, cada lección, cada conocimiento adquirido es de gran importancia para el discípulo devoto, aprendiendo con ello a vivir en el mundo sin dejarse influenciar por éste. El sendero no es como algunos piensan algo suave y placentero, al contrario, está sembrado de pruebas y experiencias que, aunque muchas veces nos vapulea, debido a nuestra naturaleza egoísta y sus consecuentes apegos, poco a poco va despertando pequeñas luces de sabiduría que nos hacen avanzar más rápidamente y sentir que el camino tomado no es en vano.
Los Grandes Maestros (Mahatmas) nos inspiran a estudiar nuestra naturaleza y su relación con el universo, en otras palabras, la relación existente entre el microcosmos (el hombre) y el macrocosmos (el Universo), nuestra posición en la existencia cósmica, la coordinación entre nuestra vida interna y externa, y la realización de la Inmanente y Omnipresente Divinidad mediante la práctica del Yoga Supremo o Suddha Raya Yoga.
Para ayudarnos en este camino además hay Maestros Iniciadores, que desde lo sutil pueden conferir al meritorio aspirante la fuerza (shakti) necesaria para elevar sus conocimientos sobre la divinidad en todos sus aspectos.
Y justamente Quien confiere el poder de la Iniciación, es únicamente Sri Bhagavan Narayana, director de la Jerarquía Divina, por medio de la Energía Cósmica, venerada en su forma resplandeciente como Sri Yoga Devi.
Así progresivamente, el aspirante va avanzando, etapa por etapa, vida tras vida para convertirse en un Yogui o aquel que ha alcanzado el contacto consciente con la Divinidad en lo más profundo y sutil de su Ser.
Quienes hemos ingresado en este sendero de perfección, debemos sentirnos humildemente privilegiados, tanto en lo espiritual como en lo material, objetivo que se logra cuando hay un sincero y altruista anhelo de querer avanzar hacia Dios y realizarlo.
Así el discípulo que ha asimilado debidamente esta gran Ciencia-Filosofía-Religión, y en acuerdo con las profundas enseñanzas entregadas por los Venerados Maestros Suddhas, logra estar en permanente contacto con los Seres Divinos, en otras palabras, con la Jerarquía Suprema, destacándose como un eficiente y devoto servidor al Plan Divino, y consagrándose a un modo de vida amoroso para con sus hermanos, siendo respetado y querido por todos, y como se lee en el Sanatana Dharma Dipika, Ilevando la GEMA DEL SABER consigo mismo.
OM NAMAHA SRI PARAMARISHI BHYO YOGIBHYAHA
SUBHAMASTU SARVA JAGATAM
Escrito por: Arturo Castro Ortega Gnana Data
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