TERCERA PARTE DE LA TRILOGÍA “ONDAS DE FORMA”
Esta novedad editorial se ha gestado durante años y está llena de pequeños detalles que son cruciales para todo investigador/a serio. Solo hay que saber leerla entre líneas. La primera parte está centrada en la Historia de la Radiónica y en particular en las enseñanzas dadas en el Centro Darjeeling del autor en la ciudad de Bilbao, un hecho único en España.
Leonardo, al ser Miembro de Honor de la Asociación Radiónica de Inglaterra, pudo traer de este país y de otros, a profesores que fueron discípulos de los pioneros de esta incomprendida Ciencia de Terapia Energética.
La Radiónica viene de un código de comunicación universal basado en la vibración propia de los números y de los símbolos. Éstos tienden puentes de comunicación entre los órganos y sistemas del cuerpo físico con los centros sutiles energéticos que se superponen y los conforman, llámesele cuerpo sutil o etérico, y más recientemente, biocampo. Para que esa comunicación energética y sutil se establezca, son necesarios millones de diminutas “partículas de luz” entre la Materia manifestada y en constante movimiento (Prakriti) y el Espíritu o Conciencia Pura (Purusha).
Cierro esta obra con una mención sucinta a las Ondas Escalares, desde el instrumento de bobinas Tesla tipo “Rapture” de Peter Hangya, a los Generadores Rife presentados con nuevas tecnologías por John White de Spooky2. Hay muchísimo más que sorprenderá al lector versado en estos temas. Con ella termino esta trilogía dedicada a las Ondas de Forma, en particular la del Anillo Atlante (Egipcio), y la del Péndulo Egipcio “El Tallo Verde”.
A veces se presenta la vida con un desorden que nos abruma, somos incapaces de entender nada y mucho menos de conectar con el néctar luminoso de nuestro verdadero ser interior. Tenemos que tomar una decisión y para ello una imagen mental cargada con determinación y con toda nuestra intención suele ser suficiente para obrar el milagro. La oración y el rezo lo demuestra cada día. Véase por ejemplo los cómics, que son capaces de comunicar sin palabras. Pues bien, los péndulos especiales como los que yo nombro en estos libros, y la Radiónica, entran en ese ámbito de la perspectiva metafísica y espiritual. Yo lo he experimentado a lo largo de mi vida, y mi forma de pensar y sensibilidad se identifican plenamente con ello, y me ayudan a ver mejor lo que el mundo realmente es.
También muestro Instrumentos de Radiónica únicos, antiguos y modernos. Sólo faltan las almas puras que los utilicen de un modo correcto y avancen en su perfeccionamiento realizando una concienzuda investigación para el bien de todos y de todo el planeta Tierra.
Un proverbio árabe dice: “Quien no entiende una mirada, tampoco entenderá una larga explicación”.
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