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PÉNDULOS EGIPCIOS EL TALLO VERDE

SEGUNDA PARTE DE LA TRILOGÍA “ONDAS DE FORMA”

Trilogía de las Ondas de Forma

Péndulos Egipcios un Universo Cuántico

Esta obra está dedicada al amuleto OUADJ o Cetro de Papiro (Columnita Papiriforme) que André de Belizal descubrió como un preciso instrumento de trabajo radiestésico, y al que bautizó como Péndulo Egipcio. Un Emisor y Detector que junto al anillo atlante (egipcio) pertenecen a la Ciencia Invisible de los Faraones.

Esta obra trata de un nivel avanzado de Radiestesia Mental o Psíquica que no es para los profanos en la materia. Desgraciadamente, hoy día la gente se hace con falsos péndulos egipcios y otros de los que yo llamo de tipo frankestein, sin tener ningún conocimiento sobre el tema.

Cuando un péndulo detector o emisor oscila, cuenta historias que producen imágenes en la mente. El péndulo no engaña, solo reproduce lo que hay en tu mente y en tu subconsciente en ese momento. Es la mente la que interfiere en la respuesta. De ahí que esotéricamente se la conozca a la mente como “la matadora de lo real”. La mente tiene el poder de engañarnos, el péndulo no, tan solo la obedece.

El Péndulo Egipcio de Belizal y El Tallo Verde de Leonardo, están calibrados para comunicarnos con un nivel de información superlativo, cuántico o intrínseco (sutil, interno, esencial, connatural), a condición de que estemos preparados para ello. No se trata de algo mágico y poderoso; se trata de especialización y excelencia.

Es bien cierto que no estamos en condiciones de explicar racionalmente “las fuerzas” que se dan en este nivel de trabajo radiestésico. Pero esto no ha impedido nunca ver el alcance de su uso, de la misma manera que muchos no entendemos la mecánica de nuestro vehículo, pero ello no impide conducirlo y sacarle el máximo provecho.

Esta obra está dedicada a “la regeneración del verde”, al rejuvenecimiento por la gracia divina de Horus, quien trajo a la vida humana el Cetro de Papiro, el Tallo Verde, dedicado a la flor de loto, la flor de la vida.

LA VERDADERA HISTORIA DEL ANILLO ATLANTE de Belizal

PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA “ONDAS DE FORMA”

 

La Verdadera Historia del Anillo Atlante

La historia del anillo atlante (egipcio) es tan fascinante como sencilla. Comerciantes sin escrúpulos –pero no los vendedores de feria que no saben lo que tienen– han venido confundiendo y distorsionando su diseño e historia en las últimas décadas. Y ya no digamos los que dicen llamarse canalizadores. Que una persona presuma de tener un contacto que le habla desde el más allá, si es real no es para contarlo. Los asuntos extraordinarios conllevan demostraciones igualmente extraordinarias, y éstos no lo hacen.

El anillo original atlante (egipcio) es propiedad de la familia Belizal de Francia. Desde las arenas de los tiempos, este anillo protector llegó a manos del radiestesista André de Belizal gracias a su mujer Geneviève. André lo estudió en profundidad a mediados del siglo pasado perfeccionándolo en sumo grado. El original se halló desgastado y roto debido a su antigüedad, y ya no era suficientemente efectivo. Por primera vez cuento su verdadera historia, y hago público fotos inéditas acerca del mismo.

El anillo atlante, bien realizado en cristal de cuarzo, tiene mucho carácter. El que presento en el tercer tomo de esta Trilogía menciono algo acerca de sus peculiaridades, sin pretender inflar el tema que a todas luces invita a hacerlo. Lo importante es la composición geométrica perfecta, lo que le dota de sus cualidades especialmente para trabajar en terapia y en investigación espiritual. Es evidente que por su tamaño, tiene 22 milímetros de diámetro, ha de llevarse colgado del cuello con un cordón para que caiga sobre la región de la glándula timo, “guardián de la salud del cuerpo”, o del plexo solar, región de las emociones y de las relaciones con el entorno. De ahí que se comporte como un escudo que nos protege en un porcentaje alto de las personas tóxicas.

Mi contribución consiste en fomentar la necesaria lucidez mental sobre el tema, pero cuidando algunos aspectos que no son para el profano. Que se diga que lo llevó el arqueólogo Howard Carter es, hoy por hoy, en extremo ridículo. Él disponía de numerosos amuletos probablemente más efectivos y potentes que el anillo del que hablamos en este libro.

Ahora bien, si usted quiere saber más sobre el tema, no dude en leer sus capítulos en ambos tomos de la Trilogía. La proclama es para los que son puros de corazón.

Libros sobre el Anillo Atlante