Nicolás K. Roerich
El Pacto Roerich por la Paz y la Cultura
Para el pintor Maestro de las montañas y del color, Nicolás K. Roerich, cultura es refinamiento espiritual y convencimiento. Lo demás es producto de la moda, de los que adoran lo efímero, lo burdo y la no-cultura. Que lo mediocre y la falta de cognición consciente tiene derecho a expresarse… ¡sin duda!
Pero no me pongan, allá donde se expresa el arte con una conciencia iluminada, otra exposición anticultural. La energética no es lo mismo. Como no es lo mismo dar una clase de Meditación-Yoga en un lugar donde el día anterior se celebraba una fiesta de alcohol y música cuyas vibraciones son de anti-vida. La biótica o ambiente energético se colapsa, y no es posible trasmitir nada. Eso mismo es lo que se hace a lo grande con la ingeniería social o la bioseguridad global ¡Atontarnos! Si te adaptas a la sociedad malsana de hoy día y a lo que dictan sus mandamases, enfermas.
La civilización electroquímica y pueril de la actualidad, con su lenguaje burdo, grosero y de risa fácil, profanan el luminoso concepto de cultura.
Así las cosas, la gente que es realmente espiritual se vuelve forastera. Y empezamos a ser muchos los forasteros.
En los peldaños más avanzados de la sociedad se busca expresar lo bello, genuino e iluminador de la psique humana, y por lo tanto se aleja completamente de toda vulgaridad, de todo lo malsano e ignorante.
Pero la masa social actual parece haber caído en actitudes antisociales, nada educadas y bastante animalescas. Se dice que, donde un Ángel no se sienta, los tontos se precipitan.
No hay más que ver cómo están nuestras ciudades y pueblos. Los telediarios resuenan con todo tipo de noticias desagradables, dantescas y deprimentes. Es la pseudocultura. La bancarrota del pensamiento, dicen la gente con fundamento y así lo subraya el artista Nicolás Roerich en sus escritos.
Y tiene razón, nada parece detener esta falsa nueva cultura donde con la poderosa IA (Inteligencia Artificial) ya oír, ver y leer es No-Creer.
La humanidad no quiere frenar toda esa falsedad que muestra en todos los campos sociales; esa contaminación en la tierra, el aire y el agua, lo que ha de llevarla a su destrucción. Que si la izquierda, y que si la derecha, que si esto y que si aquello. Que este es el país malo y el otro el bueno. ¡Todo es mentira! ¡Todo es un puro teatro! Grita la persona que ha despertado del espejismo impuesto en los últimos 100 años.
Jardín Roerich
Para crear un poco de cordura en este último siglo, hace 88 años, Nicolás K. Roerich hizo posible que un 15 de abril de 1935 se firmara por distintas naciones (a día de hoy casi todas las del mundo) El Pacto Roerich por la Paz y la Cultura. Un camino de belleza, respeto y ética que desemboca en el perfeccionamiento espiritual y el de la propia humanidad. Sólo hay que seguir unos sencillos postulados para transformar toda la sociedad: Crear verdaderas fiestas de la Cultura, sin sofismas ni corrupciones. Tan solo hay que basarse en decisiones correctas y hermosas.
Los niños de hoy día buscan estas expresiones de armonía y belleza en los adultos, pero apenas reciben exiguas respuestas. En consecuencia, su sed insaciable por aprender las verdaderas enseñanzas de la vida, se quedan ahogadas.
Mostremos a los niños las Enseñanzas Éticas de los Maestros de la Humanidad de todos los tiempos. Hagamos cosas hermosas en nuestra vida diaria. Elevemos el concepto de cultura y llevemos la bandera de la paz Roerich a todo lugar y nivel de expresión del conocimiento.
¿Quieres colaborar realmente por un mundo mejor?
ADA Roerich Asociación Bandera de la Paz en el País Vasco.
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