El escritor Roger de Lafforest, amigo de André de Belizal fue quien popularizó la historia del llamado “Anillo Atlante” (y no Belizal) y su protección ante la maldición del Faraón Tutankamón en su libro “Casas que Matan” editado en Francia con una foto muy pobre del anillo imprimida en blanco y negro, y que luego copiarían hasta lo inverosímil comerciantes sin ética alguna.

Pero no dicen que casi toda esta historia es ¡inventada! y que el propio Roger de Lafforest lo denuncia en un libro posterior titulado “La Magia de las Energías” donde dice entre otras cosas: “Mercantilistas sin escrúpulos lo mal copiaron y reprodujeron hasta la saciedad siendo vendido como un “gadget maravilloso”, pero ineficaz”. Y ahora hacen lo mismo con su Péndulo Universal o el Sello Atlante (el dibujo del anillo egipcio).

Ciertamente vivimos la era de la imbecilidad emocional. Atraemos por los chistes y anécdotas que contamos con cierto misterio. Y si se trata de sueños o canalizaciones ¡es ya lo que nos faltaba! Porque tratándose de canalizaciones no se puede demostrar nada ¿verdad? se trata de algo tan subjetivo e invisible que no se puede valorar o verificar, te lo crees o no te lo crees. Solo hay una dirección: lo que diga el interlocutor o interesado.

Ahora bien, antes eran los seres extraordinarios, como Altos Lamas, Yoguis y Maestros Zen o Hindúes, que profesan alguna forma de espiritualidad y que practicando agotadoras disciplinas durante años -muchas veces en alejados retiros espirituales- llegaban a tener una o dos revelaciones vitales en su vida. ¡Una o dos! Y además era algo privado. Ahora no. Ahora, ¡todo hijo o hija de pichichi tiene revelaciones diarias en el furor de nuestra sociedad enferma! Y la mayoría son más falsas que una moneda de 4 euros. Hay que poner distancia ante estos flautistas de Hamelín.

Recuerdo en los años 80 y 90 que los buscadores de la Verdad Eterna, la Escuela Arcana, o el camino de la Luz en el Sendero, eran más buenos, nobles y genuinos en sus planteamientos mentales. Y sobre todo respetuosos. Maestros Sufís, Lamas del Tíbet, Gurus de la Ciencia de los Yogas Superiores, nos alertaban acerca de los peligros del Camino, y de lo que costaba adquirir un poco de experiencia espiritual. De hecho y sólo después de años de observación, el Maestro favorecía a su discípulo tocando su manto de meditación, su libro de estudios, su pincel de pintar, su anillo, o su arco de tiro Zen, y éste al momento mejoraba en su ejecución. ¡La Alta Vibración Espiritual del Maestro dejaba impregnado el objeto tocado! ¡Una bendición! Esto lo saben hasta las piedras del sendero que recorren los estudiantes probacionistas, junto a otros de más rango iniciático.

Yo capté esa vibración del anillo egipcio en gres del Sr. André de Belizal, y de su péndulo verde feldespato verde del Antiguo Egipto, y de otros maravillosos prototipos de Belizal, (además de otros objetos sagrados, como dorjes, cuarzos con yantras, meteoritos o los propios lienzos de la Familia Roerich) y os puedo decir que ¡no tienen nada que ver con las tonterías que se hacen o venden hoy día! Y esto, ¡no se mide con una simple regla de Bovis!

Hay que hacer las cosas bien y si no, no se hacen.

¿Cómo se pueden decir tantas tonterías en torno al Anillo Egipcio llamado Atlante, el Péndulo Universal, o sobre el equilibrio de los chakras? Hoy día parece que todo vale. Sin rubor, sin respeto, sin educación. ¡La vanidad es un pozo sin fondo! Desde luego. Y ésta se muestra tal cual, cuando hacemos referencia a la Atlántida o a las llamadas “canalizaciones”. ¡Una indecencia cuando este discurso no viene de un Maestro!

Como decía mi admirado amigo naturista, escritor, teósofo y un estudioso del Antiguo Egipto, el Dr. Eduardo Alfonso y Hernán, discípulo y amigo del Maestro Mario Roso de Luna: “Sentir juntos (sin-patia), cuando dos personas se son simpáticas no necesitan hablar”.

Pero es justo decir, en esta azarosa vida que hoy llevamos donde parece ser que con tal de ganar dinero me invento lo que sea, se impone hacer una llamada de atención” para desmontar la “burbuja astral” que gente sin escrúpulos y muy ignorantes llenan Internet de basura informativa. Por esa razón no se puede esperar que me quede en silencio cuando la gente que se dice estar informada dice cosas como que:

– Es que Belizal estuvo en Egipto y vio dentro de la pirámide… ¡mentira!

– En el anillo atlante descubierto por el Marqués tal o cual… ¡falso!

– He cambiado en el anillo las líneas rectas y con un transductor lo he cargado… ¡Un cuento!

-Yo equilibro los chakras con la luz y una figura geométrica sagrada que vino a mi en un sueño y… ¡otro cuento de Calleja!

– No, es que yo he metido en interior del Péndulo Universal, un cuarzo atlante y el remedio de una planta que… ¡innecesario!

– He ideado un gorro con un fondo transparente de metacrilato con la geometría de la flor de la vida, así cuando le da la luz del sol te carga la pineal y el cerebro funciona mejor… ¡mercantilismo!

-Yo, voy a hacer una camiseta con dibujos fosforitos que equilibran los chakras y las voy a vender a… ¡truculencias para ganar dinero!

-Y yo una linterna con el sello del anillo atlante grabado a láser en un cristal lemuriano de luz codificada para limpiar el aura, la casa y el coche, y cobraré por la limpieza 150€ y por los cursos 300€… ¡pronto me haré con un chalet en la costa! -¡con tanto incauto seguro que sí! –

-Yo, ayer mirando la foto del Maestro X le tiré del turbante y me vi al momento tomando el té con él”… ¡perturbación psíquica!

 

El lector sonreirá ante esta mentalidad verdaderamente atlante por su infantilidad mental. Pero es así, y no merece la pena tomar en cuenta éstas afirmaciones, y mucho menos nada que venga de canalizaciones o voces astrales. Si los atlantes llegaron a existir, la mayoría eran según la evolución de las Razas Raíces, unos egoístas, y unos holgazanes emocionales. Dados a la magia astral y a visitar esos glamurosos planos infestados de miserable ponzoña, utilizaban inadecuados rituales hechos de pócimas/drogas para lograr sus oscuros fines. Curiosamente hoy día se tiende a imitarlos. De ahí que se diga que fue esta falta de ética la que destruyó la Atlántida.

Sí, a fuerza de evocarlos tantas veces y repetir sus patrañas -como ya nos lo vienen previniendo los Maestros Iniciados desde hace tiempo- estamos llenando nuestra sociedad de enfermizos miasmas energéticos cargados de horror y dolor, de sufrimientos y fantasmas. Vean si no de qué pasta están hechas las películas, las noticias de radio y TV. Observen el comportamiento humano para con los suyos. Y ya no digamos el trato hacia los niños, los animales y el propio planeta. Con este seudo-esoterismo están despertando la Bestia o Morador del Umbral, lo que resulta más fácil que hacer el bien, en el actual Kali-Yuga o Edad Negra.

Comprueben cómo no hay reacción alguna a la corrupción, a las estafas, a la violencia, a la desinformación, a la morbosidad sexual (todo como en la Atlántida). Nos incitan a la pérdida de los valores espirituales y éticos. Nos llevan a un consumo que produzca insatisfacción, y así seguir consumiendo. Nos vacunan sin permiso o al menos te miran mal si no lo haces, nos llenan de química, envenenan el cielo y el agua, nos acorralan con microondas en aras de la ciencia, considerando que el futuro es lo que ELLOS quieren y planean para nosotros sin consultarnos. Estamos siendo confundidos y teledirigidos como vulgares drones hacia un fin determinado ¡como en la Atlántida! Sólo tenéis que despertar para ver que esto que esta ocurriendo es una locura.

El poder espiritual verdadero no habla de estas cosas. El poder espiritual precede al acontecimiento. Ciertamente se han heredado archivos, cristales de cuarzo Maestros, dorjes, meteoritos, piedras preciosas talismánicas, yantras y textos antiguos, que pertenecieron a civilizaciones pasadas, y que los Adeptos custodian en sus torres Arcanas. Una persona espiritual sabe cuándo alguien da argumentaciones falsas, y produce espejismos como bolas luminosas de un árbol de Navidad. ¡Ésa es la cualidad o Kí de un ser puro! ¿Tu tienes Kí? No lo sabes. Las concepciones occidentales sobre estos temas son muy distintas de las orientales.

Los budistas, hinduistas, y ocultistas se echan las manos a la cabeza, al oírnos hablar con tanta banalidad de contenido, y de forma tan trivial y frívola. Los lamas tibetanos se ríen cuando oyen cosas como que uno despierta un chakra o equilibra su conexión interdimensional. Un chakra no se equilibra de la noche a la mañana, aunque te lo diga el péndulo o varilla de zahorí, la respuesta de curación es virtual y no real. Han de pasar meses. Un chakra está infra-activo, sobre-activo, o con aberraciones a modo de inespecíficas interferencias energéticas de orden desconocido en distintos momentos de la vida. Es algo normal en nuestra evolución. Y no se puede en un momento dado EQUILIBRARLOS como vemos en muchos vídeos de Internet. El supuesto efecto es algo virtual, una señal superlativa de lo que se puede conseguir, pero sólo con muchas sesiones, e involucrándose el cliente en cuanto a su deseo de cambiar ciertos hábitos inadecuados. Además hay tres niveles en ellos, el etérico, el astral y el mental y a estos últimos no se pueden llegar si no es mediante la evolución y disciplina espiritual.

Además, en una persona espiritual los chakras debajo del ombligo permanecen poco activos, y así ha de ser para cuando se produzca un acopio extra de energía gracias a la Meditación de Luna Llena, o contacto Superior. Esa energía ha de alimentar los centros superiores y no los inferiores, de manera que uno salga corriendo en dirección de las discotecas de Ibiza o de cualquier otro lugar, para dar rienda suelta a sus bajos sentidos. ¿A que viene intentar jugar con ellos? Además, cualquier cosa que pongas a la altura de un chakra ya produce una alteración. Un metacrilato luminoso con un símbolo sagrado, una luz roja, una lámpara de plasma…¿Limpiar el aura? Un simple coco pasado por el cuerpo de arriba–abajo, delante y detrás, para luego estrellarlo contra una piedra en el campo, y ya está. Y ¡solo te costará 1€!

Hay que estudiar los textos adecuados y con intensidad saber leer entre líneas.

El Kí o Prana que emite un Maestro cuando habla, trasciende el espacio y el tiempo. ¿Lo sabes? Es la percepción de cada uno y su grado de ceguera la que lo limita. Los tontolabas (en el Astral: ser que se alimenta de las escorias que deja el fuego, o simplemente persona ignorante y de cortas entendederas) de hoy día no convencen ni a sus zapatos. Ignoran, los muy tontos, que hay que respetar el trabajo de los genios, y que en el camino de la evolución hay descubrimiento, pero no transmisión. Ése es el camino de la enseñanza esotérica o simplemente de la educación superior u espiritual. Ahora bien, como en el medioevo, la cultura Atlante (Cuarta Raza) procuraba que la Humanidad no diera un salto al intelecto puro, a la mente iluminada propio de la Quinta Raza Raíz. Es decir, que estaban interesados en que la Humanidad permaneciera ignorante. ¡Como ahora!

Hay un núcleo de geniales radiestesistas y radiónicos en España y en el mundo que sonríen no sin cierto terror académico al ver a los caraduras vender o pasar consultas y realizar cursos sin ningún control técnico, informativo, intelectual y moral, llevando a un público pasmado y seducido por la supuesta inmediatez de los resultados hacia un gran precipicio.

Luego, la gente cuando descubre la verdad, se sorprende, confunde, indigna y se perpleja al ver que la historia o el verdadero conocimiento va por otro lado. Con el Anillo Atlante y con la pintura de Roerich, o con las leyendas de Shambala y los Maestros, me pasa continuamente. ¡Que confundida está la gente! Hay personas que de hecho se han vuelto locas, o han abandonado el camino que seguían debido a estos nuevos intrusos -contadores de cuentos- en todas las ramas de las Ciencias Esotéricas.

Y ustedes se preguntarán por qué ocurre esto. En la vida hay que aprender a ser dueño de sí mismo, y esto a mucha gente les aterroriza, por eso buscan que otros sean los que resuelvan sus problemas.

Luego surgen los comediantes versus comerciantes que sacan partido de las investigaciones de otros que estuvieron durante años orientando y trabajando con su mente hasta obtener el resultado deseado. Ahora vienen los ladrones de tumbas, cambian un poco aquí y otro poco allí ¡¡¡y a vender!!! Unos años después vuelven a cambiar o a inventarse otra cosa, que dicen ser mejor que la anterior, y ¡a seguir vendiendo en librerías y ferias al uso!

Con esta perturbación comercial alteran el orden natural y ejercen sobre sí mismos un pesado karma o miasma que les seguirá no sólo en esta vida… Karma, otra palabra que se ha banalizado y que ya sale hasta en la sopa de letras.

Estos artefactos, el anillo egipcio en gres, el péndulo egipcio lastrado, el péndulo universal, la regla de biometría, el escargot, la barra de luksor, surgieron de Maestros de carne y hueso que contaban con una mente que se conoce como Agni-Manas: “El latir del corazón de fuego en un cielo puro”.

Así las cosas, yo como Instructor de Raja-Yoga y Profesor de Radiestesia y Radiónica debo añadir que: Mi intención no es decir lo que se debe o no se debe hacer, de lo que se trata es de ser “cautos” con estos vendedores de humo y no creerse todo a pie de juntillas.

Me pueden decir: “¿Por qué no escribes la verdad sobre el anillo atlante, el péndulo egipcio y el universal, todos salidos del laboratorio de André de Belizal, que tú conoces bien desde el año 1971?”

¡Ay! Todo lo que tenía que decir lo he dicho ya. Y me han copiado hasta la saciedad en Internet, cortando y pegando lo que les interesaba. Por ello, no ha llegado el momento aún. No se trata de combatir las nubes negras, sino de mostrar la luz verdadera. Cada cual obtendrá lo que le corresponda. El camino de los Maestros es el de la disciplina, el de la pureza, el de la normalización, trabajando en silencio. Nada de poderes, canalizaciones o cuentos astrales.

Me despido con una pequeña historia de India:

El rey Prachinabarhis, guiado por Narada llegó al Ashram para practicar el Camino de la Verdad. Viviendo allí y tras 40 años de soledad dedicado completamente al estudio y la meditación, alcanzó el conocimiento del Ser y conquistó la Libertad. ¡Qué hermosa palabra! ¡Libertad!

¿Entendéis lo que quiero decir?… Sólo a través de la Belleza, el estudio y la meditación adecuadas podemos florecer como una Nueva y hermosa Civilización en Armonía Cósmica, camino de la Sexta Raza Raíz.

Leonardo Olazabal Amaral

Miércoles 21 de diciembre de 2016