Shangri-La, un punto de encuentro sobre la Paz, la Cultura y la interespiritualidad.
Más que lluvioso fue el fin de semana del 13-14 de enero de 2018, primer encuentro anual de Agni Yoga. A pesar de la severa humedad y las contundentes precipitaciones, que cayeron esos días, se volvió a fraguar el habitual halo de calor fraternal y espiritual en el centro de las montañas en Ereño, la colina del Laurel.

La Colina de Laurel
El encuentro dispuesto en las dos tardes consecutivas del sábado y el domingo se ve esta vez nutrida y enriquecida por la visita de dos compañeras de Zaragoza, como de la visita de David, nuestro incansable viajero de Madrid, que traerá un interesante relato sobre sus experiencias obtenidas en su último recorrido por California. Todo esto no es más que un mero incentivo de lo que se va a conseguir proyectar en este renovado encuentro de fin de semana, en base a nuevas expectativas de conocimiento y vibración vivificadora para la conciencia grupal.
Es de costumbre empezar la toma de contacto del sábado bajo el disfrute aromático y gustativo de un té, en este caso con sabor a jazmín, y un café de entrañable sabor, que a pesar de su modalidad de descafeinado no rompe ninguna expectativa para los más expertos. Dichos néctares son acompañados por dulces de distintas variedades, siendo esta vez enriquecido por la presencia del tradicional roscón de Reyes. Son momentos de transición, necesarios para los asistentes de un espacio vital exterior en dirección a un estado de mayor centralidad fraternal y aquietamiento mental.
En el transcurso temporal de este convite, la temática empieza a ampliarse bajo distintas perspectivas, pero siempre abordada desde el respeto y la compostura que requiere el lugar, para posteriormente finalizado esta primera toma de contacto, proceder a tratar temas de mayor calado y profundidad espiritual, siempre marcadas por la síntesis y la diversidad, tal y como se ha singularizado en la Sala de Exposiciones de Leonardo Olazabal, conocida también como El rincón del escritor.
Temáticas tan diversas como todas aquellas que puedan tener cabida en el mundo espiritual, pero siempre caracterizadas y articuladas por su honestidad y rigor teórico. De ahí que el tono vibratorio que se va adquiriendo sea in crescendo con la prolongación temporal. En esta ocasión se dio un mayor protagonismo a nuestro amigo madrileño, que había recorrido durante casi un mes la región californiana, visitando centros espirituales y de carácter simbólico, que pocos viajeros se detienen a buscarlos, a excepción de aquellos que manifiestan un alma más despierta.
Nos explicó las peculiaridades y ubicaciones de estos lugares, como The Temple of People, la casa-retiro de Jidu Krishnamurti en Ojai, la biblioteca con sus innumerables libros y archivos en el Philosophical Research Society (Los Angeles) de Manly Palmer Hall, el Parque Rosacruz, así como otros tantos emplazamientos, caso del monte Shasta, las reservas naturales de Yosemite, el Cañón de Colorado, Death Valley, etc. Evidentemente, la muestra visual y explicativa se prolongó durante varias horas, lo que nos permitió conocer de una manera más cercana y profunda las riquezas naturales y espirituales de este estado norteamericano.
Si el domingo comenzaba tanto pluviométrica como gustativamente de la misma manera, este día adquirió una profusión mucho más interna al sumergirnos en la práctica de los cantos de kirtans, para proceder seguidamente con el puja del Arati, lo que generaba, desde una perspectiva causal, una cohesión grupal de mayor intensidad. No obstante, no dejaban de ser preámbulos para encontrar el momento de mayor vibración espiritual y proceder a una meditación grupal.
Igualmente, el siguiente paso se muestra tan intenso como los anteriores, donde la aportación individual adquiere un mayor protagonismo por la búsqueda y selección de un extracto literario obtenido de distintas fuentes, elegidas dentro de una coherencia colectiva y conexionadas por tratarse de referencias literarias de carácter espiritual y de profunda solidez intelectual, lo que nos permitió abordar un excelso abanico que recogía desde las “Cartas” y “Comunidad” de Helena Roerich, hasta otras propuestas igual de interesantes provenientes de Alice Bailey, Mabel Collins y Albert Sassi, entre otros.
Fragmentos literarios seleccionados con meticulosa observación introspectiva y furor proyectivo en sus contenidos y esencias. En definitiva, sucesivos pasos de mayor profusión espiritual que consiguen consolidar una perceptiva y sentida Coherencia del Corazón por parte de todos los asistentes ante esta seriación de participación, estudio y meditación grupal.
El final del encuentro nos volvía a reunir nuevamente en torno a unos alimentos, donde muchos de los miembros aportan también sus habilidades culinarias, resaltando especialmente las samosas vegetarianas estilo India de Petri, entre otros muchos de sus exquisitos referentes.
Aunque la actividad grupal se centraliza en las tardes de sábado-domingo, esto no desmerece la labor continuada de Leonardo Olazabal, durante las mañanas al atender a los invitados, así como contestar y atender las numerosas llamadas telefónicas de carácter informativo y mencionar a otros colaboradores de la Obra y de la Luz de Orense, Málaga o Valencia.
Es de agradecer las visitas de nuestras amigas de Zaragoza, así como de David, realizando el esfuerzo por las horas de viaje que conllevan sus respectivos desplazamientos, por su respetuosa actitud de aportación literaria, reflexiva y su experiencia de lo vivido bajo la predisposición de aportar lo mejor de ellos en este encuentro de fin de semana. Igualmente, remarcar que todo este proceso no sería posible sin los verdaderos baluartes y protectores del Centro de las Montañas y Museo Bandera de la Paz Roerich en Bedia (Bizkaia), como son Leo y Petri, quienes tienen por máxima actuar juntos por un mundo nuevo y mejor.
Om Shanti.
Íñigo
2 thoughts on “Nuevo Año y nuevo Encuentro de Agni Yoga de la Asociación ADA Roerich”