La idea de este Pacto surgió en la mente del Profesor Nicolás K. Roerich un poco antes de los años 30 del pasado siglo. Viendo los horrores creados por la Primera Guerra Mundial el corazón de Nicolás se apenaba por la destrucción que dejaban tras de sí los conflictos armados. Y al parecer, no hemos aprendido nada, pues hoy día seguimos viendo lo mismo.

Los Maestros y El Pacto Roerich

Cuando recorría las calles de Moscú junto a mi mujer Petri bajo una intensa nevada en dirección del Centro Museo Internacional de los Roerich, para asistir a las conferencias relacionadas con el Pacto Roerich y la Defensa del Patrimonio cultural y artístico, veíamos cómo la nieve rebotaba en nuestros abrigos de invierno. Como ya he dicho alguna vez, la nieve de Rusia es distinta a la que yo conocía. Al menos en esos días. Nunca he visto ese tipo de nieve, eran copos esféricos que te tocaban y rodaban por la ropa sin apenas mojarte. Estos diminutos copos redondos eran como una bendición constante que caían del cielo de… ¿Shámbala? Qué extraño puede parecer este relato, y sin embargo para nosotros dos en ellos estaba contenido TODO. Cuando digo todo es Todo… Rusia, los Roerich, la bendición de la Jerarquía… repetido así miles y miles de veces en la nieve, nieve que no nos atrevíamos ni a pisar. Era como si la bendición viniera de todos los lados… Lo sentíamos como una gratitud blanca e inmaculada que nos recibía de forma entrañable a los que veníamos desde tan lejos.

 Una vez sentados en las sillas que llevaban nuestros nombres como invitados por el Centro-Museo, el calor nos envolvía procedentes de aquellas míticas conferencias que hoy lamentablemente ya no se producen. Escuchábamos con pasión contenida a los académicos, científicos, cosmonautas, artistas, biógrafos e historiadores que se sucedían unos a otros, mañana y tarde, contando sus descubrimientos a raíz de profundizar en la vida de la entera familia Roerich.

“No se puede hablar del Pacto Roerich y de su símbolo de la Paz sin conocer y vivir la Ética Viva como impulso creativo…” decían. Esto y otras afirmaciones nos parecían sencillamente ¡magníficas!

Las enseñanzas dadas a los Roerich por Maestros anónimos del Himalaya y que se hallan contenidas en la Serie de AGNI YOGA son una fuente inagotable de ideas, una Cosmovisión Energética cuyo campo de actividad empieza ahora a comprenderse.

¿Puede haber un sistema mejor de Yoga y más directo que el del compromiso diario de ser mejor persona? Pues es ese el conocimiento y práctica de filosofía vivencial que propone el Agni Yoga, y con ello la capacidad del Servicio a la Humanidad.

El Pacto Roerich es una propuesta dirigida a los Gobiernos para que apliquen la Ley de Neutralidad Intocable a todos los Tesoros Artísticos y edificios o paisajismo que el genio humano ha creado a lo largo de su historia.

Nicolás Roerich y su mujer Helena además de sus hijos George y Svetoslav fueron todos ellos una familia extraordinaria. Artistas, filósofos, viajeros, figuras públicas, científicos antes que místicos y sobre todo Ciudadanos del Mundo. Creadores y defensores de la Bandera de la Paz. El significado cultural y espiritual de la misma es un don y una bendición que se extiende y se entrelaza en el tiempo a los niños. Por todo ello, la Bandera de la Paz con todo su valor documental e histórico, no sólo debe de ondear en los sitios mencionados, sino también allá donde los niños se encuentren:

¡A LOS NIÑOS NO SE LES TOCA NI BOMBARDEA!

¡LOS NIÑOS CON SUS IDEAS CAMBIARÁN EL MUNDO!

   Por eso se les ataca desde todos los lados como ya se sabe, medicina, alimentación, el aire, la música, las imágenes, las drogas, ciertos juegos de realidad virtual, adicciones diversas, y a través de una educación fútil y pueril. Es necesario entender esto de una vez por todas. El proceso evolutivo demanda un mayor compromiso por parte de la ciudadanía para instar a los gobiernos y corporaciones internacionales a que se entiendan, pacifiquen, limpien su basura, sus retrógradas leyes y dejen en paz a los niños y jóvenes. Hay muy buena gente y suficientes herramientas en el mundo para este trabajo.

La mujer verdadera será el faro de luz del futuro

Esperanza 1944 de Svetoslav Roerich

Lo Nuevo se abre camino, lo malo y caduco perece. Siempre ha sido así. La posición de la mujer en la Nueva Era ha de facilitar la trascendencia y proyectar pensamientos de alta calidad. Ella es la portadora de la Cultura, del culto a la Luz. Al decir de Helena Roerich: “La mujer tiene el honroso deber de educar en el Amor, el Conocimiento, la No-Violencia, el crecimiento Transpersonal, en la Coherencia y en la Compasión Universal. Ella, es la guardiana de la familia, del estado y del mundo”. Un nuevo espacio espiritual de dimensiones extraordinarias se abre gracias a la siembra efectuada en épocas realmente difíciles, más difíciles que ésta. Debemos aceptar las verdades elevadas que han de resolver sin duda los problemas del individuo moderno.

Confiamos en LA MADRE DEL MUNDO que con su impulso creativo levante la Bandera de la Paz en todas las mujeres, la Bandera del Espíritu y de la luminosa Cultura, para hacer florecer el jardín hermoso del planeta Tierra. Y con ella apelo a que se manifieste con todo vigor la actividad iluminada de la mente y la radiación del corazón ígneo.

Desde el corazón Luz y Belleza.

Leonardo ADA Roerich